Nuevos conceptos para un viejo sistema
Conocido en
el mundo como el banquero de los pobres, Muhammad Yunus es también el artífice
del concepto de “empresa social” que
trataré de explicar en este artículo. Pero para quienes no han tenido la
posibilidad de oír hablar de él es notable destacar que Yunus era un profesor
de economía en Bangladés y que a raíz de verse rodeado por mucha pobreza
comenzó a plantearse la necesidad de hacer algo para combatirla. Al darse cuenta
de cómo los usureros y prestamistas ahogaban a los pobres deudores con
altísimas tasas de interés, Yunus intentó sin éxito lograr que los bancos
presten dinero a personas “sin capacidad de pago”. Por lo tanto se ofreció como
fiador o codeudor de préstamos a cambio
de bajas cuotas semanales que pasarían a cobrar por las casas de los
beneficiarios. Ante el éxito en cuanto al cobro de los microcréditos intentó
ampliar la cantidad de préstamos. Finalmente, ante la imposibilidad de expandir
el programa por medio de los bancos existentes, decidió crear un banco para
pobres al que llamó Grameen Bank, o banco aldeano en idioma bengalí. “Los
pobres no crean la pobreza. Esta la crea el sistema que hemos construido, las
instituciones que hemos diseñado y los conceptos que hemos formulado” afirma
Yunus y, por lo tanto, convence cuando concluye que “podemos crear un mundo
libre de pobreza si rediseñamos nuestro sistema”. Como reconocimiento, en 2006
recibe el Premio Nobel de la Paz “por sus esfuerzos para incentivar el
desarrollo social y económico desde abajo”.
A
modo de resumen cabe mencionar que, para el año 2011, el Grameen Bank es
propiedad de los prestatarios que eligen a nueve de los trece miembros de la
junta directiva. Además presta más de 100 millones de dólares mensuales en
préstamos sin garantía de unos 200 dólares promedio y la tasa de cancelación de
los mismos ronda el 98%.
Pero
lejos de quedarse con el banco de los pobres, Yunus avanza sobre lo que
denomina “Empresa social”. Mediante este concepto busca crear y materializar
una nueva forma de capitalismo y una nueva clase de empresa. Basándose en que
los seres humanos son, al mismo tiempo, egoístas y altruistas, también las
empresas deben ser de 2 clases: una para la utilidad personal y otra dedicada a
ayudar a los demás. En esta última, “todo se hace para beneficio de los otros y
nada para los propietarios”, a excepción del placer de servir a la sociedad.
“En
una empresa social el inversionista busca ayudar a otros sin hacer ninguna
ganancia financiera él mismo”. Sin embargo la empresa social es un negocio ya
que debe ser rentable además de autosostenible. Parte de su superávit se
reinvertirá en su expansión y parte se reserva para atender imprevistos. Por lo
tanto, la empresa social podría ser descrita como una “compañía sin pérdidas ni
dividendos”, dedicada a alcanzar su objetivo social.
Existen
ya varias empresas sociales entre las que se destacan BASF-Grameen, Grameen
Intel, Grameen Veolia Water Company que busca llevar agua potable a zonas
contaminadas de Bangladés y la pionera Grameen
Danone, fundada en 2006 que logra producir un yogur fortificado con
micronutrientes para niños a un precio accesible. “En solo unos cuantos años,
la empresa social ha pasado de ser una mera idea a ser una realidad viviente
que crece rápidamente. Ya está produciendo mejoras en la vida de mucha gente y
está en vísperas de convertirse en una de las tendencias económicas y sociales
más importantes del mundo”.
por Miguel A. Cancela
Pro-vocación
Vocación para provocar cambios